Tras la primera entrada sobre este caso donde analizamos la postura del cliente y su interacción encima de la bicicleta consiguiendo desrotarle y pautando ejercicios posturales tras la realización de unas órtesis plantares a medida, comenzamos el trabajo en la de triatlón.
En este caso en concreto el problema no era tanto la bicicleta ni sus reglajes como el cuerpo y sus lesiones por lo que el trabajo de biomecánica se centró más en el cuerpo del ciclista que en la bicicleta. Esta parte de la biomecánica es muy importante, para mí la más importante ya que si conoces la anatomía, fisiología y biomecánica articular es más sencillo entender el por qué de las lesiones.
Volviendo al caso en cuestión, el cliente presentaba molestias en el costado derecho y notaba que los apoyos de los codos no eran iguales.
Conociendo ya los problemas estructurales y posturales a los que nos enfrentábamos lo lógico era que también causasen problemas en la bicicleta al ir acoplado.
Se puede observar en las imágenes que su cuerpo seguía presentado desequilibrios musculares importantes.
Una vez subido a la bicicleta, se observa una posición aerodinámica agresiva y si observamos el pie derecho un movimiento patológico descendiendo el talón en el PMI.
Aquí tenemos el pie derecho y ese movimiento perjudicial.
Este movimiento del pie derecho estaba provocando una torsión de pelvis cayéndose sobre la pierna larga hasta el punto que deformó el sillín.
En este vídeo observamos como va completamente caído a la derecha provocando esas molestias y falta de apoyo correcto en el codo derecho.
Se enseñó un vendaje funcional con venda elástica para trabajar el feedback del pie y tobillo, enseñándole a pedalear correctamente.
Tras entrenarlo en casa comprobamos sin vendaje la posición de la pelvis en el sillín.
Una vez más los resultados son alentadores.