Artritis por microtraumatismos en corredores.

Es demasiado habitual que acudan a consulta un gran número de corredores con lesiones en cadera y articulaciones sacroilíacas. Normalmente en los estudios de la técnica de carrera observamos como estos corredores han adoptado la biomecánica de la marcha para correr. Y esto puede ser muy lesivo, provocando lesiones en rodilla, cadera, etc. Vamos a describir brevemente un tipo de lesión muy común como son las artritis por microtaumatismos de las articulaciones sacroilíacas y coxofemorales.

Tenemos que diferenciar la causa de estas lesiones.

La lesión en la articulación sacroiliáca es bastante habitual en corredores, y suele estar relacionada con un sobreesfuerzo. Suele ocurrir en tiradas largas y asociado a un nulo entrenamiento del «core». Aquí no es tan influyente la biomecánica ya que, como decía, está más relacionada a la fatiga que a la fuerza reactiva del suelo, encontrando esta lesión tanto en corredores que aterrizan de mediopie como de retropie en consulta.

La lesión de la cadera viene determinada por el impacto repetitivo del pie en el suelo provocando microtraumatismos en la articulación coxofemoral lo que provoca dolores en la ingle desde el tendón del músculo psosas hasta la parte interna del tendón común de los isquiosurales. Estos dolores pueden llegar a impedir la práctica del running. Habitualmente el corredor que acude a consulta, ha pasado por varios médicos y fisios con diferentes diagnósticos ya que se encuentran contracturas antálgicas periarticulares.

Como siempre debemos descartar fracturas, patologías intraarticulares, edemas, patología vascular de la cabeza femoral, etc y en caso de cualquier hallazgo extraño o de este tipo, derivar a traumatólogo (que entienda de biomecánica de running mejor) o a médico deportivo.

En los casos incipientes el diagnóstico suele ser sencillo, ya que aún es posible que el cliente pueda correr, pudiendo realizar un diagnóstico diferencial. Dicha prueba consiste en realizar saltos de puntillas, o correr cayendo de puntera exageramente, subir escaleras corriendo, cuestas con bastabte desnivel, etc donde encontraremos que no aparece o no aumenta el dolor.

Aquí os dejamos una infografía de un estudio científico muy interesante sobre la fuerza del impacto que sufre un corredor con calzado minimalista.

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Así que uno de los puntos claves del tratamiento de esta àtología es al abordaje biomecánico de la técnica de carrera, consiguiendo disminuir esa fuerza reactiva.

En biofisio trabajamos con el corredor desde el tratamiento en camilla hasta la readapatación al esfuerzo, estudio biomecánico, seguimiento, etc.

Estudio de la pisada y Osteopatía.

        Estando con un cliente y después de varias sesiones y algún estudio biomecánico de la pisada, decidí inmiscuirme en el próximo estudio de la pisada ya que el último que le realizaron no sirvió para nada.

        Este cliente tiene una rotación externa de cadera crónica con torsión de pelvis y dolores en el tobillo que corresponde con el de la rotación, el derecho. Estos dolores comenzaron cuando le cambió la pisada.
En un primer estudio de la pisada se aprecia una huella plantar correspondiente a un pie cavo.

Después de un año con unas plantillas comenzaron los problemas, dolores en cadera y pelvis.
Se realizó segundo estudio al intuir que esas plantillas ya no eran efectivas.
Esta es la imagen de la huella plantar en el segundo estudio.

Observando esta imagen,surgen muchas interpretaciones como por ejemplo que el cliente estaba en una posición antálgica y por eso se debería haber repetido el estudio…

Tras varias rectificaciones de las órtesis fabricadas a partir de este estudio y por desesperación del cliente, decidimos no usarlas ni siquiera para el día a día.

Después de unas sesiones, se evidencia mejoría pudiendo salir a trotar hasta 45 min. Hasta que otra vez recaída de la lesión.

Decidimos ir a otro estudio de la pisada, donde hay confianza y unos buenos profesionales pero antes vamos a probar la repercusión de unas simples técnicas articulares en la huella plantar.

Se realiza una manipulación directa sobre la articulación sacroiliaca derecha donde la base del sacro se encuentra en anterioridad. Y aquí el resultado.
 A la izquierda la imagen tomada antes. A la derecha después.

 Esto puede dar pie a preguntarnos si sería necesario realizar un tratamiento postural y articular antes del estudio de la pisada para poder realizar una plantilla más fiable.
Mi opinión es que habría que hacer un trabajo multidisciplinar para conseguir los mejores resultados posibles.
Para corroborar esto comienzo un pequeño estudio que publicaré en unas semanas.
Continuará…

TRIALTLON: TRANSICION DE LA BICICLETA A LA CARRERA

¿Que podemos hacer para mejorar la transición de la bicicleta a la carrera?
¿Cuantos triatletas sufren en este cambio de actividad?
 ¿Eres de los que no le van las piernas cuando quiere correr?
Vamos a ponernos en materia: estamos encima de la bicicleta y nos queda poco para llegar a la transición y por nuestra cabeza comienzan a pasar ideas del tipo podré correr, me irán las piernas bien etc etc.

Lo primero que tenemos que hacer es llevar una postura correcta encima de la bicicleta, evitando sillines demasiado bajos o altos y calas demasiado adelantadas, ya que podemos sobrecargar la rodilla, por la altura del sillín o los gemelos por pedalear de puntillas al llevar la cala demasiado adelantada.

Una vez bien posicionados en la bicicleta, conviene pensar en cómo pedaleamos. En esto no hay unanimidad y cada entrenador, biomecánico y compañero ciclista te va a dar su versión.
La mía particularmente es lo que se llama el pedaleo inercial: empujar hacia abajo el pedal aprovechando la fuerza del aparato extensor del miembro inferior: Glúteos, cuádriceps y gemelos y la fuerza de la gravedad.

La cadencia que podemos llevar depende de muchos factores, desde las horas de entrenamiento que hagamos encima de la bicicleta a el tipo de recorrido etc.
Hay que intentar llevar un mínimo de 70 r.p.m. y un máximo de 110 r.p.m. así no haremos mucha fuerza con las piernas reservando algo para la carrera.Particularmente aconsejo entre 80-90 rpm ya que suele ser una cadencia cómoda de alcanzar y de llevar y nos aseguraremos que no sobrecargamos mucho la musculatura porque estaremos trabajando más a nivel cardiopulmonar.

En media y larga distancia todavía tiene más importancia qué hacemos en los últimos kilómetros.

Lo que vamos a hacer en la bicicleta es preparar al cuerpo y a las piernas para poder estar ágiles para correr.

En la bicicleta nuestro cuerpo trabaja en cadena cinética cerrada, esto significa que al estar sentado en el sillín el cuerpo toma ese punto fijo para poder hacer fuerza hacia al pedal, sin embargo al correr el cuerpo trabaja en cadena cinética abierta, no hay punto fijo sobre el cual hagamos fuerza.

3 ejercicios que podemos hacer para mejorar la transición:

  1. Disminuir la cadencia de pedaleo (sobre todo en media y larga distancia) en el ultimo kilómetro para hacer más fuerza e ir reclutando las fibras musculares del cuádriceps que luego utilizaremos al correr.
  2. Con esta cadencia más baja vamos a pedalear de pie, dos o tres veces de unos 30 sg. para convertir la cadena cinética cerrada en abierta, con lo que iremos preparando a todo el cuerpo para la carrera.
  3. En los metros finales aumentar mucho la cadencia y tirar suavemente hacia arriba de los pedales para despertar los músculos psoas que luego nos ayudarán a lanzar la pierna hacia delante.

Con esto nos aseguraremos que nuestras piernas estarán preparadas para poder correr.
Y el mejor truco de todos: entrena las transiciones, deja la bici y aunque sea con el culotte, cálzate las zapatillas y corre un rato, ya verás como en unos entrenamientos puedes correr perfectamente después de la bicicleta.