Caso muy curioso de un ciclista que contacta por molestias en el períné, según comenta aparecen al día siguiente de haber montado. Competía de joven, ahora sale a disfrutar de la bicicleta. Los signos que describe son compatibles con una prostatitis crónica. En unos días tiene cita con el especialista. Describe también molestias en las dorsales altas.
Me comenta que la bicicleta se la consiguió un biomecánico al que acudió hace tres años, una talla 54 para una persona de 1,76 mts., el sillín adelantado al máximo y cuñas para el «control de varidad del antepie» en ambos pies como se observa en la fotografía (cuñas que llevaba el cliente).
En el examen biomecánico lo primero que me llama la atención es el sillín estrecho que usa ya que no logra fijar las caderas rotándose en el sillín.
Quitamos las cuñas de ambos pies y volvemos a examinar…¡Sorpresa! ahora se sienta perfectamente y las caderas bien fijadas.
Es la primera vez que observo una rotación de cadera funcional por el sobre uso de cuñas para el antepie.
Al seguir sintiendo el cliente la presión en el periné, probamos un sillín más ancho para obligar a la pelvis a utilizar el apoyo de los huesos isquiones. La prueba fue satisfactoria.
La pega es que la bici es demasiado larga para él con lo que se recomienda una talla menor para poder ir más erguido y que la pelvis haga un apoyo más vertical liberando así el periné.
Vídeo final con el sillín más ancho.