Fisioterapia y biomecánica del ciclismo. Caso clínico.

     Este caso clínico es bastante curioso.
     Cliente que contacta por mail desesperado viendo que soy fisioterapeuta por si le puedo ayudar.

     Me comenta que después de tres biomecánicos de renombre persisten las molestias y que el último de ellos ya ni sabía que hacer.

     En los contactos le sugiero que venga primero a la consulta para verle y charlar ya que me extrañaba que  tres biomecánicos de renombre no hubiesen acertado a posicionarle en la bicicleta.

     Las principales molestias eran en el costado derecho por encima de la cresta ilíaca.

     Aquí un ejemplo de su postura: dentro de gravedad desplazado a la pierna corta, mayor apoyo en ese pie con el consecuente aumento de tono muscular.

      En esta primera sesión encontramos una torsión en la pelvis, contracturas lumbares, psoas, pinzamientos vertebrales sobre todo en la charnela dorsolumbar, contracturas cervicales superiores, etc.

     Tras una sesión, le derivo al médico y podólogo para realizar las plantillas para la vida diaria y running, comenzamos el estudio biomecánico sobre la bicicleta.

     Me comenta que ha cambiado de sillín tres o cuatro veces y también de manillar con el consiguiente gasto que conlleva, recomendado por los biomecánicos.

     Lo primero que me sorprende una vez más es observar la cantidad de cuñas y alzas puestas en las zapatillas sin criterio alguno. Cito textualmente la frase del biomecánico «ve probando tú, poniendo y quitando»..

         Una vez subido a la bicicleta observo que va caído a la derecha, hacia su pierna larga. El tracking patelar era correcto y en la imagen lateral se intuye que va bajo y retrasado con respecto al centro de gravedad de la bicicleta y al eje del pedal.
     Tras quitar las cuñas, alzas y ajustar el sillín correctamente el resultado fue alentador.
     En el video se ve a la izquierda como iba al principio y a la derecha tras realizar los primeros ajustes.

        A la espera estamos de una nueva tija que nos permita acercarle más hacia delante para acabar de posicionarle adecuadamente. Una vez acabada la bicicleta de carretera, comenzaremos con la de trialtón.
     La primera impresión ha sido tras una hora y media de rodillo que no dolía.
     Buen comienzo.
     Seguiremos contando.

Estudio de la pisada y Osteopatía.

        Estando con un cliente y después de varias sesiones y algún estudio biomecánico de la pisada, decidí inmiscuirme en el próximo estudio de la pisada ya que el último que le realizaron no sirvió para nada.

        Este cliente tiene una rotación externa de cadera crónica con torsión de pelvis y dolores en el tobillo que corresponde con el de la rotación, el derecho. Estos dolores comenzaron cuando le cambió la pisada.
En un primer estudio de la pisada se aprecia una huella plantar correspondiente a un pie cavo.

Después de un año con unas plantillas comenzaron los problemas, dolores en cadera y pelvis.
Se realizó segundo estudio al intuir que esas plantillas ya no eran efectivas.
Esta es la imagen de la huella plantar en el segundo estudio.

Observando esta imagen,surgen muchas interpretaciones como por ejemplo que el cliente estaba en una posición antálgica y por eso se debería haber repetido el estudio…

Tras varias rectificaciones de las órtesis fabricadas a partir de este estudio y por desesperación del cliente, decidimos no usarlas ni siquiera para el día a día.

Después de unas sesiones, se evidencia mejoría pudiendo salir a trotar hasta 45 min. Hasta que otra vez recaída de la lesión.

Decidimos ir a otro estudio de la pisada, donde hay confianza y unos buenos profesionales pero antes vamos a probar la repercusión de unas simples técnicas articulares en la huella plantar.

Se realiza una manipulación directa sobre la articulación sacroiliaca derecha donde la base del sacro se encuentra en anterioridad. Y aquí el resultado.
 A la izquierda la imagen tomada antes. A la derecha después.

 Esto puede dar pie a preguntarnos si sería necesario realizar un tratamiento postural y articular antes del estudio de la pisada para poder realizar una plantilla más fiable.
Mi opinión es que habría que hacer un trabajo multidisciplinar para conseguir los mejores resultados posibles.
Para corroborar esto comienzo un pequeño estudio que publicaré en unas semanas.
Continuará…

Dismetría de piernas y ciclismo.

La mayoría de las personas tenemos una dismetría de miembros inferiores que a veces pueden generar problemas articulares desde los pies hasta la base de la cabeza si la dismetría es grande y llega a provocar una escoliosis.

Las dismetrías las clasificamos en verdaderas y falsas.
Las verdaderas o piernas cortas verdaderas son aquellas en las que tenemos un hueso más corto que otro, tibia o fémur, o alguna malformación ósea que produzca este acortamiento. Este tipo de dismetría suele producir desde contracturas lumbares a escoliosis en C o en S.
Las falsas o piernas cortas falsas son aquellas en las que teniendo los huesos en perfecto estado y simétricos, se produce un acortamiento de uno de los miembros inferiores produciendo una rotación de la cadera y una torsión en la pelvis alterando las articulaciones sacroiliacas.
Entre los ejemplos piernas cortas falsas tenemos una alteración en la huella plantar, un valgo o varo articular, una contractura lumbar, una contractura del músculo psoas, un problema de cadena anterolateral, o un problema a distancia en cráneo o mandíbula que provoque un alteración postural.
La solución a una pierna corta verdadera viene por poner un alza, lógicamente, aunque algunos podólogos si no hay una rotación muy marcada tampoco las prescriben.

Bien, si usamos la lógica para tratar las dismetrías reales, ¿por qué no aplicamos un protocolo más lógico?
Normalmente si hay una dismetría de 5 mm, el alza a colocar será de 5 mm, obviando que entre el alza y la cadera y pelvis hay unas cuantas estructuras que pueden reaccionar a esta órtesis externa aplicada.
Lo ideal sería probar bajo control radiográfico la mínima altura necesaria de alza para equilibrar la pelvis y las caderas. Por lo menos, como mínimo, un estudio postural y palpatorio para ver si el alza cumple con su función.

La solución para una dismetría en el ciclismo es un poco más compleja. Muchos «biomecánicos» no tienen los conocimientos necesarios para averiguar si la dismetría es verdadera o falsa, basándose sólo en un par de test en decúbito supino y prono. Con lo que volvemos al error inicial, si hay 5 mms de dismetría corrijo con 5 mms.

Con las dismetrías en el ciclismo debemos ser muy minuciosos en el diagnóstico y tratamiento, valorando la huella plantar, interface cala-pedal, el tipo de sillín y el apoyo en el mismo, ya que una falsa pierna corta no la puedes corregir con un alza o unas cuñas y para una pierna corta verdadera hay que fijar primero caderas y pelvis con el sillín adecuado y luego estudiar la altura necesaria del alza.

Particularmente recomiendo el calzado a medida para grandes dismetrías o para ciclismo que no sea de carretera. Siempre merece la pena invertir en salud.