Lesiones en el ciclismo: Pie caliente. II parte.

     Tras el alto número de preguntas sobre esta patología vamos a explicar un poco mas las causas y los posibles tratamientos tanto en el ciclismo como en la vida diaria.

     Las causas más comunes como explicaba en la entrada anterior sobre el pie caliente, varían desde un calzado estrecho que aprisione el pie, un neuroma de morton, unas zapatillas con suela blanda o gastada, una mala colocación de las calas, o un problema articular desde el tobillo a los metatarsianos.

     Un hundimiento del arco transverso de los metatarsianos tarde o temprano va a irritar los nervios plantares pudiendo llegar también a irritar la cabeza de los metatarsianos y las articulaciones metatarsofalángicas si hay poca almohadilla grasa.

     El hundimiento de la cabeza de los metatarsianos acaba provocando un callo que puede provocar dolor.

     Este hundimiento del arco metatarsiano puede estar provocado por el uso de zapatos con tacones, por esguinces en el tobillo, por traumatismos o por algún problema postural en el que hay un desequilibrio posterior, con el centro de gravedad retrasado, provocando un exceso de apoyo en el talón lo que a su vez provoca un atrofia de la musculatura de la planta del pie.

     Otra posible causa de hundimiento metatarsiano e irritación de los nervios plantares en ciclistas es debido a las fuerzas ejercidas con el antepie al pedalear ya que no hay un reparto normal de las fuerzas como cuando estamos de pie, teniendo que ser el antepie el que se encargue de transmitir el peso y la fuerza al pedal provocando un exceso de presión en los metatarsianos intermedios, el 2º,3º y 4º .

     En el estudio biomecánico del ciclismo hay que examinar, valorar y diagnosticar el problema que genera este hundimiento para poder realizar el mejor tratamiento posible que puede variar desde plantillas a medida,  tratamiento articular y muscular, ejercicios específicos, etc.
   

Plantillas para el ciclismo. Parte II. Plantillas y/o cuñas.

   
 

     Una vez explicado un poco el por qué de las plantillas para el ciclismo, ahora toca debatir entre el uso de las plantillas, el uso de las cuñas o el uso de ambas.                                                                                    

                                                                                                             

Imagen de bikefit.com


     La mayoría de biomecánicos, tratan de corregir el varo del antepie.

     Para ello utilizan goniómetros y técnicas específicas para valorar este varo.

     Alrededor del 85% de las personas tenemos un antepie en varo.

      La norma general de muchos biomecánicos ha sido corregir este varo, poniendo cuñas a razón de cinco grados cada una  u otras más grandes de diez.

      Estas cuñas nos van a ir muy bien en el caso de tener una ligera debilidad del complejo articular del primer metatarsiano con la primera falange (zona del juanete) causada por una hipotonía del músculo peroneo lateral largo, entre otros.

      Lo habitual sería pensar que la suma de varo de antepie más tracking de la rótula anómalo igual a cuña o cuñas correctoras en la cala, pero no suele ser así.
  
        Este varo del antepie, fisiológico en la mayoría de casos, puede resultar estable a la prueba de fuerza, entonces si se ponen cuñas correctoras estamos cambiando la arquitectura del pie, del miembro inferior, etc

     Si corregimos el antepie y no estudiamos ni corregimos el resto del pie, tarde o temprano los ciclistas volverán a sufrir molestias, las mismas o peores, porque hemos cambiado la arquitectura del antepie.

     Por lo tanto, cuando valoramos el antepie, hay que valorar el resto del pie también.
     Hay que valorar la huella plantar en carga, en descarga, fuerza de la musculatura, movilidad articular global y analítica, la estabilidad del arco longitudinal interno (radio interno),articulaciones del miembro inferior, postura global etc.

     No podemos corregir un hundimiento del arco plantar o un desequilibrio de la articulación tibioperoneoastrgalina (el tobillo) a base de cuñas.
     En estos casos el uso de plantillas va a suponer que ese varo del antepié disminuya funcionalmente hablando, ya que cuando hacemos la presión en el pedal, el arco interno se va a ver sujeto por la órtesis dando estabilidad al tobillo, pierna etc. y no haga falta tantas cuñas en la cala.
   
     Ahora habrá que preguntarse que tipo de plantillas son las mejores…

Plantillas para el ciclismo. Parte I.

   
     Más de una vez he oído el comentario de «en el ciclismo no hacen falta plantillas porque se pedalea con la parte anterior del pie».
     Teniendo un pie con un anatomía perfecta y una mecánica articular perfecta, podríamos pensar que no hiciesen falta unas plantillas para las zapatillas de ciclismo, pero no suele ser así.

     Cuando pedaleamos, la cala debe ir colocada en el sitio exacto para que la presión que ejercemos se reparta bien por todo el antepie y el metatarso.

Imagen de Bikefit.com

     Claro, los que opinan que no hacen falta las plantillas se olvidan que los metatarsianos se articulan entre ellos, y con las cuñas y con el cuboides y el cuboides con el escafoides y estos con el astrágalo y luego etc. etc. hasta sumar 33 articulaciones en el pie, con lo que cualquier problema en una de estas articulaciones va a condicionar el comportamiento de las demás.

     Estos huesos se organizan para soportar la carga de nuestro peso así como para dar una flexibilidad en conjunto para la marcha.
     El pie lo dividimos funcionalmente en tres arcos, dos longitudinales y uno transversal que forman una bóveda. (Biomecánicamente existen más.)

     El arco longitudinal interno: el puente del pie.(Color verde en la imagen)
     El arco longitudinal externo: el borde externo de la planta del pie.(Color azul)
     El arco transverso: el arco que forman los metatarsianos. (Color rojo)

     Cualquier alteración en los arcos longitudinales provoca un cambio en la huella plantar, pie plano o pie cavo, provocando una reacción del resto de articulaciones para adaptarse a la manera de pisar, con lo que cuando pedaleemos, nuestro cuerpo, que esta adaptado a esta forma del pie, realizará un movimiento anómalo en el tobillo, la rodilla y la cadera, necesitando plantillas para minimizar estos movimientos reaccionales.

     Como en el ciclismo pedaleamos con el antepie, estamos supeditados a como se comporta el arco transversal metatarsiano.
     Si este arco fuese 100×100 estable y no hubiese lesión ninguna en el resto de articulaciones y musculatura afín, podríamos pedalear sin plantillas perdiendo poca fuerza.
     Y como en el cuerpo humano nada es sencillo, este arco suele fallar por la parte interna, produciendo un hundimiento de la base del primer metatarsiano (la zona donde sale el juanete) que a su vez provocará un hundimiento del primer arco longitudinal (el puente del pie) provocando una rotación interna de la tibia que obliga a la rodilla a un movimiento en valgo y a la cadera un movimiento de rotación interna en la sacroiliaca etc. etc.

     Para los colegas escépticos sanitarios, comentar que los grandes culpables de todo esto son los músculos tibial posterior y el peroneo lateral largo que unen directamente pie con tibia y peroné.
     Esta inestabilidad del arco transversal es la responsable de que pies a priori sanos y pies cavos necesiten plantillas para el ciclismo.
     Y aquí nos surge otro dilema, ¿cuñas o plantillas? ¿Ambas?
    Esto lo dejo para otro post.

   

Estudio de la pisada y Osteopatía.

        Estando con un cliente y después de varias sesiones y algún estudio biomecánico de la pisada, decidí inmiscuirme en el próximo estudio de la pisada ya que el último que le realizaron no sirvió para nada.

        Este cliente tiene una rotación externa de cadera crónica con torsión de pelvis y dolores en el tobillo que corresponde con el de la rotación, el derecho. Estos dolores comenzaron cuando le cambió la pisada.
En un primer estudio de la pisada se aprecia una huella plantar correspondiente a un pie cavo.

Después de un año con unas plantillas comenzaron los problemas, dolores en cadera y pelvis.
Se realizó segundo estudio al intuir que esas plantillas ya no eran efectivas.
Esta es la imagen de la huella plantar en el segundo estudio.

Observando esta imagen,surgen muchas interpretaciones como por ejemplo que el cliente estaba en una posición antálgica y por eso se debería haber repetido el estudio…

Tras varias rectificaciones de las órtesis fabricadas a partir de este estudio y por desesperación del cliente, decidimos no usarlas ni siquiera para el día a día.

Después de unas sesiones, se evidencia mejoría pudiendo salir a trotar hasta 45 min. Hasta que otra vez recaída de la lesión.

Decidimos ir a otro estudio de la pisada, donde hay confianza y unos buenos profesionales pero antes vamos a probar la repercusión de unas simples técnicas articulares en la huella plantar.

Se realiza una manipulación directa sobre la articulación sacroiliaca derecha donde la base del sacro se encuentra en anterioridad. Y aquí el resultado.
 A la izquierda la imagen tomada antes. A la derecha después.

 Esto puede dar pie a preguntarnos si sería necesario realizar un tratamiento postural y articular antes del estudio de la pisada para poder realizar una plantilla más fiable.
Mi opinión es que habría que hacer un trabajo multidisciplinar para conseguir los mejores resultados posibles.
Para corroborar esto comienzo un pequeño estudio que publicaré en unas semanas.
Continuará…